(publicado en el blog “Del dicho al hecho”, en http://www.serresponsable.es/ , el día 31 de diciembre de 2007)
Estas semanas, en las que las ONGs tienen las mayores puntas de trabajo del año con diferencia, deberíamos celebrar que gracias a muchas iniciativas personales y de diferentes entidades se han conseguido importantes aportaciones con las que estas organizaciones sin ánimo de lucro podrán impulsar sus extraordinarias iniciativas sociales. Esto es lo que nos gustaría leer, escuchar o ver en los medios de comunicación.
Sin embargo, yo que tengo un evidente interés por lo mediático, no en vano trabajo en Acceso Group (la empresa líder en seguimientos informativos en España y perdonen la publicidad) puedo garantizarles que únicamente se ha hablado de dos temas. Mejor dicho: sobre dos temas se han vertido ríos de tinta. Hablo del caso de la ONG Amanecer y del culebrón del Arca de Zoé y el retorno de los condenados por el gobierno del Chad a Francia.
Del Arca de Zoé ya hemos hablado. Y del desprestigio que representa para un sector ya demasiado dañado por los escándalos, también.
Del caso de Amanecer poco hay que decir: Un individuo que cobra 9.000 euros a un inmigrante para facilitarle los papeles se pone a la altura de cualquier mafia de la peor calaña. Así de claro.
Lo cierto es que aquí volverá a pagar justo por pecador y el descrédito se lo llevaran, o ya se lo llevan, el conjunto de las ONGs. ¿Y que se puede hacer a partir de ahora para lavar esta imagen dañada? A mi entender, encontrar fórmulas para certificar a qué se dedican las aportaciones que llegan a éstas, por un lado, y por otra en lograr tangibilizar mucho más las iniciativas que llevan a cabo y, si esto es posible, personalizarlas para lograr mayor proximidad con el que aporta, en definitiva su cliente.
Un ejemplo: la Fundación Vicente Ferrer informa del precio que cuesta construir una vivienda en la India e informa al que aporta sobre cómo se desarrollan las obras y, al final, le envía una auditoria cuando ésta finaliza. Usted puede construir una casa por poco más de 1.000 euros. Usted visualiza donde va su dinero, recibe una certificación de donde ha ido este dinero y puede difundir a todo el mundo su aportación, porque es tangible.
Pues por aquí se debería, a mi entender ir. Las ONGs deben abrir un periodo de reflexión y encontrar fórmulas imaginativas para funcionar de una forma cada vez más transparente, próxima y tangible. Es mi opinión.
PD: y aprovecho la ocasión para desearles un feliz 2008
2 comentarios:
Estimado Jordin,
Queria felicitarte por tu blog el cual suelo visitar con mucha frecuencia y donde encuentro interesantes y gratificantes entradas. Este argentino que vive en Chile, te desea tengas un excelente año 2008.
Andres Schuschny
(Autor del libro: La Red y el futuro de las organizaciones. Más conectados...¿Más integrados?)
Muchas gracias, Andrés. Te agradezco los comentarios.
Tienes este Blog a tu disposición para culaquier tema que creas que puede ser de interés.
Un fuerte abrazo.
Jordi
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