Empezará con los vehículos de su filial Mini, en los que probará propulsores eléctricos con la finalidad de establecer hacia donde deben dirigirse sus esfuerzos en los próximos años. Esta previsto que estas pruebas duren entre 12 y 18 meses.
Así, la apuesta de BMW no está en la línea de sus competidores de avanzar en el híbrido. La multinacional alemana quiere irrumpir en el mercado con vehículos sin prácticamente emisiones, como apuesta estratégica.
Para más información: http://www.bmw.es/
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