Publicado en Diario Responsable (http://www.diarioresponsable.com), el 9 de mayo de 2009
En épocas de crisis como la actual parece que los directivos desaparezcan de la capa de la tierra. Raramente aparecen en ninguna información y no se organizan esas grandes bacanales institucionales donde los susodichos alardean de sus grandes dotes visionarias, públicamente. Desaparecen precisamente cuando todo el mundo espera que justifiquen esos sueldos espectaculares con alguna medida que ilusione, aunque luego no sea efectiva. Vamos a intentarlo, por lo menos, podrían decir.
Tenemos un nivel directivo patético. De manguito y visera. Algunos porque son meros funcionarios de sus amos internacionales, otros porque únicamente salen de la mediocridad cuando hablan, aunque luego no hagan ni un tercio de lo que cuentan. Los desaparecidos sin combate deberían rebajarse el sueldo al nivel de cualquiera de sus empleados, en el mejor de los casos. Si su emolumento se justifica por sus dotes directivas y su capacidad de gestión bien debería rebajarse notablemente cuando su incapacidad se pone de manifiesto. ¿Cómo lo ven? Seguro que alguno lo hace, verán.
Que nadie se de por aludido, pero si se da será por algo.
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