¿Conocéis alguna mujer que no sea trabajadora? Entonces, ¿le quitamos el “trabajadora”? Sucede, vale la pena recordarlo, que precisamente celebramos este día el 8 de marzo porque en esta misma fecha, en 1911, un energúmeno propietario de una fábrica textil americana la quemó con sus trabajadoras dentro porque estaban de huelga. Por lo tanto, únicamente por este episodio merece el recuerdo de todas y de todos.
También es un día adecuado, a mi entender, para recordar a las víctimas de la violencia de género. Y lo creo porque la violencia de género se manifiesta como el símbolo más brutal, mezquino y cobarde de la desigualdad existente en nuestra sociedad entre mujeres y hombres. Es una violencia focalizada en la mujer por el único motivo de serlo, por ser consideradas por sus agresores como sujetos que no merecen los derechos mínimos de libertad, capacidad de decisión y respeto. Este día también es de ellas.
Acabaríamos conviniendo que con un día no tenemos suficiente para homenajear a la mujer y puede que sea verdad. La mujer aporta muchísimo en diferentes ámbitos de la vida empezando por el hecho de que son el sostén de la familia, siguiendo por el ámbito laboral, social, institucional y, porque no decirlo, aportan la necesaria dosis de sentimentalismo, bien entendido, que los hombres no tenemos. Por lo tanto, mi más sincero homenaje a la mujer en general. Gracias a todas por hacernos la vida más sencilla y mejor.
Dejadme que dedique este post a mis compañeras de Acceso Group y de Zinio, las mejores entre las mejores, porque ellas son muy trabajadoras, muy profesionales y, sobretodo, un encanto. Un beso para todas ellas.
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